viernes, 20 de julio de 2018

Palacio del Marqués de Grimaldi



El palacio del Marqués de Grimaldi, también llamado de Godoy, en Madrid (España), fue proyectado por Francisco Sabatini y realizado durante los años 1779 y 1780. Se ubica junto a la céntrica calle de Bailén y no lejos del Palacio Real. Ocupado durante unos años por Manuel Godoy, en la actualidad el palacio es la sede del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

El edificio fue proyectado por Francisco Sabatini y se construyó durante los años 1779-80 en piedra y ladrillo, conjugando dichos materiales al estilo de los restantes monumentos proyectados por este arquitecto.

Este palacio pasó de manos del rey Carlos IV al político Manuel Godoy, mediante una permuta con unas viviendas que poseía este último. Godoy lo decoró con una fabulosa colección de cuadros, que incluía dos obras maestras procedentes de la Casa de Alba: La Venus del espejo de Diego Velázquez y La educación de Cupido de Correggio. También colgaron aquí por un tiempo La maja desnuda y La maja vestida de Francisco de Goya, quien además pintó por encargo de Godoy cuatro pinturas alegóricas de formato circular. Una de estas se perdió, pero las restantes tres (entre ellas la Alegoría de la Industria) se conservan en el Museo del Prado.

En 1804 Godoy recibió del Ayuntamiento de Madrid el Palacio de Buenavista, en la actual Plaza de Cibeles, edificio que había pertenecido a los Alba. Fue entonces cuando dejó de ocupar el Palacio del Marqués de Grimaldi, llevándose sus cuadros más preciados.

Durante la Guerra de la Independencia el general Murat, jefe de las tropas francesas que ocupaban Madrid en mayo de 1808, dirigió desde este palacio la labor de sofocar la revuelta (Levantamiento del 2 de mayo).

El edificio fue ocupado en el siglo XIX por las secretarías de Gracia, de Marina, de Justicia y de Guerra, razón por la cual se le llegó a conocer como Casa de los Ministerios.​ Parte de su trasera fue demolida hacia 1868, a raíz de la apertura de la actual calle de Bailén.

Sabatini creó en este Palacio una tipología singular, sin apartarse de los criterios clásico-barrocos que caracterizan su obra en España. La fachada principal mantiene el esquema de portada en arco de medio punto, balcón en saledizo, dándole cierta unidad, ya que el eje medio sirve de elemento regularizador de los tres huecos, que se abren en ambos lados y que mantienen un ritmo de luz y de apertura diferente. En las fachadas laterales, Sabatini utiliza el mismo lenguaje escueto y simplificado, pero otorga diferente ritmo a las aberturas. Unifica la construcción por medio de la imposta continua y una volada cornisa adornada con grandes mútulos. Los vanos del cuerpo bajo y principal están adornados con guardapolvos.

El ingreso a la escalera principal está enriquecido con ocho columnas de granito, de orden dórico, que sientan en la primera meseta. Esta escalera ha sido definida como una obra de gran teatralidad barroca y su diseño se atribuye al decorador francés Jean-Démosthène Dugourc. Arranca del suntuoso vestíbulo, y presenta la singularidad de la situación de los escalones laterales frente al muro contenedor. De la primera meseta de la escalera parte hacia la izquierda un ramal de pocas gradas, en granito, combinándose con las mesetas de mármol. A la izquierda y derecha, parten desde ese punto dos ramales que terminan en el piso principal, iluminados por medio de linternas y decorados con columnas y pilastras, de orden jónico.

El volumen actual del edificio no es el original, ya que a raíz de la construcción de la calle Bailén hacia 1868, una parte del bloque fue demolida. En ese sector se ubicaba el despacho de Godoy.

El suntuoso despacho que ocupaba Godoy fue diseñado igualmente por el mencionado Dugourc. Sobresalen sus paredes empaneladas con maderas lujosas, al modo de las boiseries francesas. Ante la demolición parcial del palacio, toda la decoración de esta sala se desmanteló y se reconstruyó en la sede del Ministerio de Marina, enclavada en el Paseo del Prado.



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