lunes, 25 de marzo de 2019

Plaza de Legazpi



La plaza de Legazpi está ubicada en el distrito de Arganzuela de Madrid. Constituye el final del paseo de las Delicias y es el centro del barrio que lleva su nombre. En ella se encuentra la estación de metro homónima. Debe su nombre al conquistador Miguel López de Legazpi.

A comienzos del siglo XX ya existía, aunque sin nombre específico, como cruce del paseo de las Delicias con el eje Paseo de la Chopera - Paseo del Molino. De este cruce salía un acceso, que atravesaba la dehesa de Arganzuela, al vado de Santa Catalina por donde era posible cruzar el río Manzanares. En 1901 se comenzó a construir el puente de la Princesa, ubicado sobre el vado de Santa Catalina. El puente, fabricado en hierro, fue inaugurado en 1909, enlazando así el paseo de las Delicias con la carretera de Madrid a Cádiz, que hasta entonces dejaba el casco urbano de Madrid por el puente de Toledo, lo que provocó un inmediato aumento del tránsito por la todavía innominada plaza de Legazpi.

En 1910 se comenzó a construir el Matadero y Mercado Municipal de Ganados (que más tarde vino en ser conocido como Matadero Municipal de Legazpi o de la Arganzuela), cuya esquina sureste daba también a la plaza. Entre 1924 y 1925 se puso en funcionamiento.​ Sin embargo, hasta el 14 de julio de 1926 el ayuntamiento de Madrid no dio nombre a la plaza, asignándole el nombre del conquistador de Manila, Miguel López de Legazpi, que pasó a llamarse plaza de Legazpi.​ El 23 de abril de 1935 se inauguró el Mercado Central de Frutas y Hortalizas, cuyo acceso principal se encuentra también en la plaza de Legazpi.

En enero de 1931 se inauguró en el número 2 de la plaza en la esquina con la calle Bolívar el cine Legazpi, obra del arquitecto Vicente Agustí Elguero. Desapareció a principios de la década de 1950 y en su lugar se erigió un edificio de oficinas y viviendas.

La estación de la línea 3 del Metro se abrió al público el 1 de marzo de 1951, dos años más tarde de lo previsto debido a los problemas de importación de materiales auxiliares del extranjero. La estación de línea 6 se abrió al público el 7 de mayo de 1981 con el tramo Pacífico-Oporto.


Los elementos centrales de la glorieta corresponden a los pegasos del grupo escultórico La Gloria y los Pegasos, de Agustín Querol, instalados en la plaza en febrero de 1997, aunque actualmente solo queda uno de ellos.



domingo, 17 de marzo de 2019

Estadio Vicente Calderón



El estadio Vicente Calderón es un recinto deportivo que fue propiedad del Club Atlético de Madrid, situado en la ribera del río Manzanares del barrio de Imperial, distrito de Arganzuela, en Madrid, España.

El estadio tiene un aforo de 54.907 localidades, con su gradería dividida en dos niveles, formando dos anillos continuos a excepción de su tribuna oeste o de preferencia, situada a orillas del Manzanares, sobre la autovía de circunvalación M-30.

Inaugurado el 2 de octubre de 1966, fue el estadio del club rojiblanco durante 51 años, hasta la temporada 2016/17, tras la que cambió su sede al nuevo Estadio Metropolitano. El último partido de competición oficial que disputó en este estadio, fue el Atlético–Athletic (3–1), correspondiente a la jornada 38 del Campeonato Nacional de Liga, disputado el 21 de mayo. Finalmente, albergó la final de Copa de S.M. el Rey, disputada el 27 de mayo.

Para la financiación del nuevo estadio del Atlético de Madrid, el club tuvo que realizar en 1958, una emisión de deuda en forma de obligaciones hipotecarias que fueron suscritas en su gran mayoría por los propios socios del club que, de esta manera, contribuyeron con sus ahorros a la construcción de su estadio. El 7 de diciembre de 1958 se bendijeron los terrenos que posteriormente se comprarían tras el lanzamiento de unas obligaciones compradas en su mayor parte por los socios (1961). El 3 de agosto de 1959 comenzaron las obras de lo que sería el nuevo "Estadio del Manzanares".

El 2 de octubre de 1966, se inauguró oficialmente el «Estadio Manzanares», con capacidad para 62.000 espectadores, en un partido contra el Valencia Club de Fútbol, que terminó 1–1. Así se inauguró el primer estadio de Europa que contaba con asientos para todo el aforo. El 16 de abril de 1967, se disputó el primer derbi capitalino ante el Real Madrid Club de Fútbol, con resultado de 2–2.

En una Junta General del Club Atlético de Madrid, celebrada el 14 de julio de 1971, se acordó el cambio de nombre al recinto deportivo, siendo elegido como nuevo nombre «Estadio Vicente Calderón», en honor al entonces presidente del club, Vicente Calderón.

Terminadas las obras de remodelación, el Estadio Vicente Calderón es reinaugurado el 23 de mayo de 1972, ante la presencia de los por entonces Jefe del Estado Francisco Franco y el Príncipe de España Juan Carlos. Con motivo de la reinauguración, se disputó un partido, donde se enfrentaron las selecciones de España y Uruguay, encuentro que concluyó con un triunfo español 2–0. Los goles fueron anotados por Óscar Valdez y José Eulogio Gárate.

En la Junta general extraordinaria del club del 4 de junio de 1980, se aprobó un presupuesto de 451 000 000 ₧, para la remodelación del recinto deportivo, con miras a la Copa Mundial de Fútbol de 1982. De dicha cantidad, 190 000 000 ₧ corresponden a fondos del Club Atlético de Madrid, mientras que el resto fue subvencionado por el Comité Organizador de la Copa Mundial de la FIFA. Para la remodelación, las obras quedaron a cargo del arquitecto Javier Barroso.

El Club Atlético de Madrid, la cervecera Mahou y el Ayuntamiento de Madrid, firmaron el 30 de julio de 2007, un acuerdo de recalificación de los terrenos del estadio Vicente Calderón y de la fábrica cervecera.​ La decisión de traslado y demolición del estadio del Manzanares, provocó la protesta de un sector de aficionados, encabezadas por la "Plataforma Salvemos el Calderón", liderada por la Asociación Señales de Humo. Tras la finalización del periodo de reforma y ampliación acometida sobre el Estadio de la Peineta (2011-2017), el club inauguró el 16 de septiembre de 2017 el nuevo estadio en propiedad, renombrado como «Wanda Metropolitano», con capacidad para casi 70 000 espectadores. La demolición del estadio Vicente Calderón ya ha comenzado.

El Estadio Vicente Calderón tiene su gradería compuesta por cuatro sectores (preferencia, lateral, fondo norte y fondo sur), divididos en dos niveles, formando dos anillos continuos a excepción de su tribuna de preferencia, situada a orillas del Manzanares, sobre la autovía de circunvalación M-30.

La grada Preferencia del estadio fue la última parte del estadio en terminarse, ya en 1972, debido a la escasez económica provocada por la inversión de la obras del resto del estadio y por la ubicación de la grada, situada contigua a la linde del cauce del río Manzanares. En Preferencia se encuentran todas las dependencias principales del estadio, donde se ubican oficinas, palco presidencial, vestuarios, banquillos y zona de prensa. Es la única parte del estadio que sujeta su única cubierta, sostenida gracias a 22 vigas de hormigón armado que sobresalen de la estructura principal de la grada.

La Preferencia está dividida al igual que el resto del estadio, en dos niveles: la grada baja, que son las localidades más cercanas al césped, la grada central, el antepalco y el palco presidencial. En la grada superior de voladizo se encuentra la tribuna superior baja, la tribuna superior alta y por último las cabinas y escritorios de prensa.



miércoles, 13 de marzo de 2019

Posada del Peine



La Posada del Peine es un establecimiento hotelero de Madrid, considerado una de las posadas más antiguas de España, con un edificio original del año 1610.​ Se encuentra en la irregular manzana que forman la calle de Postas con las de Zaragoza y la del Marqués Viudo de Pontejos.

La posada permaneció cerrada entre 1960 y 2006, año en que volvió a abrirse totalmente rehabilitada en su interior pero conservando gran parte de su aspecto exterior. En uno de los más modestos ejemplos de la historia de la azulejería urbana en Madrid.

El hotel –rebautizado como Petit Palace Posada del Peine– se compone de tres edificios unidos, con tres estilos arquitectónicos diferentes y de distintas épocas. Solo se han conservado las fachadas de los tres edificios originales, en las que todavía se puede ver escrito su nombre. Ha quedado noticia de que entre sus paredes se alojaron, entre otros, la viuda de Gustavo Adolfo Bécquer, Casta Esteban, o el pintor José Gutiérrez Solana. El edificio fue además objeto del discurso de ingreso en la Academia de la Lengua de Camilo José Cela.Benito Pérez Galdós, en su novela Fortunata y Jacinta, puso en boca de una de sus más esperpénticas protagonistas, la usurera despótica Doña Lupe Rubín, este definidor comentario:

No sé lo que se figura este heliogábalo... cree que mi casa es la posada del Peine. Después que él me come un codo, trae a su compinche para que me coma el otro. Y por las trazas, debe tener buen diente y un estómago como las galerías del Depósito de aguas... ¡Ay, Dios mío!, ¡qué egoístas son estos curas...! Lo que yo debía hacer era ponerle la cuentecita, y entonces... ¡ah!, entonces sí que no se volvía a descolgar con invitados, porque es Alejandro en puño y no le gusta ser rumboso sino con dinero ajeno.

Benito Pérez Galdós en Fortunata y Jacinta. Parte segunda, capítulo V.2)


Fundada en Madrid en 1610, en la antigua calle del Vicario Viejo, que luego pasaría a llamarse del Marqués Viudo de Pontejos. Su primer propietario fue Juan Posada, hasta que en 1796, los nuevos propietarios, los hermanos Espino, encargaron a Francisco Álvarez Acevedo la ampliación de la posada, mediante una licencia que permitía edificar una nueva planta en las dos fachadas del edificio. Este trabajo se llevó a cabo bajo el control del arquitecto municipal, Juan de Villanueva. Alrededor de 1800, se ampliaron sus instalaciones con la construcción de una casa contigua, y otra modificación en 1863 según proyecto de Juan Antonio Sánchez, que aumentó de nuevo la altura del edificio a tres pisos.

En 1868, año en el que Isabel II fue destronada, Madrid contaba con diversos establecimiento hoteleros pero la demanda crecía sin poder ser cubierta. A pesar de la construcción de los primeros hoteles en los inicios del siglo xx, la Posada del Peine se mantuvo y afianzó como el establecimiento de mayor prestigio de Madrid. Por aquel entonces la Posada contaba con 150 habitaciones.Más adelante, en 1892, para mejorar su aspecto estético y como conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América, el edificio más antiguo fue coronado con un templete con objeto de colocar un reloj. Ya en el siglo xx, y tras pasar por diversas manos, la Posada fue vendida a la casa de relojería Girod que se limitó a instalar su taller en el primer piso.

Renombrado como Petit Palace Posada del Peine, dentro de una conocida cadena hotelera, se encuentra situada a pocos metros de uno de los arcos de acceso a la Plaza Mayor, muy cerca de la Puerta del Sol y del Palacio de Santa Cruz.

domingo, 10 de marzo de 2019

Glorieta del Marqués de Vadillo


La glorieta del Marqués de Vadillo constituye el acceso oeste al Puente de Toledo de Madrid, uno de los puentes históricos que salva el río Manzanares. Actualmente confluyen en la glorieta la avenida del Manzanares, que discurre paralela al río; la calle Antonio López, la calle Antonio Leyva (antigua carretera de Toledo hasta la construcción del Puente de Praga en el año 1952), la calle del General Ricardos y la Avenida de la Emperatriz Isabel. El Puente de Toledo conecta la glorieta con la de Pirámides, al otro lado del Manzanares. La denominación se debe a Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre el primer marqués de Vadillo administrador del municipio de Madrid en tiempos del rey Carlos II.

A principios del siglo XX se ubicaban a la salida del puente los paradores de Estrella y San Fernando, sin una configuración de glorieta.​ Tras la Guerra Civil se emprende un Plan Especial sobre la calle del General Ricardos con intervenciones puntuales y dispersas de reconstrucción y regeneración sobre los vestigios de la guerra aprobadas por la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid (COUM) con Juan Laguna al frente desde 1954, definiéndose la glorieta como es a comienzos del siglo XXI. La glorieta ha sido desde la creación de la M-30 uno de sus principales puntos de acceso.

Se trata de una plaza semicircular en la embocadura del Puente de Toledo cóncava y porticada, escenario abierto al Manzanares y al amparo del barroco de Ribera, telón de fondo para viviendas de funcional porte y a dos crujías según tipos derivados de la vivienda colectiva del Reich alemán de los años 30, revestidos de los tics emblemáticos de la arquitectura del Estado autárquico, en pos del "estilo oficial" y bajo la estética coral de técnicos a las órdenes de García de la Rasilla, al amparo de la ordenación aprobada en 1942 por la Junta de Reconstrucción; partiendo de la ambigüedad entre la manzana cerrada y la manzana abierta y el rechazo de la vivienda corredor, se busca la "vivienda… acogedora, saludable y digna", acabada "con la dignidad de cualquier construcción" y "la alegría necesaria de toda vivienda" para "hacer… lugares dignos y acogedores, teniendo en cuenta que la casa es templo de Dios".

Prolongan esta secuencia otros bloques en la misma sintonía en los comienzos de la calle Antonio López y en el más rotundo de comienzos de la calle General Ricardos, un prisma invocador de cierto clasicismo fluctuante entre la manierista arista del frente curvo y la casi herreriana arista del borde superior, con frentes interiores del patio de guiños "cuasi" racionalistas liberados de los excesos caligráficos de los frentes urbanos, cuyas fachadas pretenden seguir el "carácter tradicional de nuestra villa y Corte", conjugando revocos y piedra artificial sobre la singular calle corredor circular bajo pórtico, orgullo de sus autores, para quienes "bloques… como el presente… puedan servir de paradigma a las generaciones venideras".



martes, 5 de marzo de 2019

Calle de Don Pedro



La Calle de Don Pedro es una vía pública de la ciudad española de Madrid, que corre de este a oeste desde la plaza de Puerta de Moros hasta el antiguo campillo de las Vistillas,​ en el barrio de Palacio.​ Por Orden Ministerial de 31 de mayo de 2005 del Ministerio de Educación y Ciencia se cedió el uso de la parte pública del palacio a la Real Academia de Ingeniería, con su entrada principal en el número.

El cronista Pedro de Répide recoge un episodio entre lo histórico y lo legendario relacionado con el espacio que ocupa esta calle antes de ser conocida con tal nombre. Cuenta Répide que tras una epidemia que sufrió la población y siendo aún un descampado, el Cabildo eclesiástico y el Ayuntamiento de la Villa propusieron construir allí una ermita a san Roque, voto que no se llegó a materializar ante la oposición del Consejo de Castilla que dispuso dedicar el presupuesto de la ermita para construir un Hospital General, en cuya iglesia se colocaría la imagen del santo benefactor.

Con el nombre de calle de Don Pedro aparece rotulada en los planos de Texeira (1656) y Espinosa (1769), aunque también tuvo el más popular de calle de la Alcantarilla.5​ El primer comprador de estos terrenos fue, en 1770, el marqués de Villafranca, que construyó su palacio y cocheras en la «casa número 1 de la manzana 120», a espaldas de la parroquia de San Andrés,​ y aprovechando algunos tramos de la cerca medieval que venía desde la vecina plaza de los Carros hacia la calle de los Mancebos.

En el número 1, dando también fachadas a la plazuela de los Carros, la carrera de San Francisco y las calles de la Redondilla y los Mancebos, se conserva restaurado el palacio del Duque del Infantado –y popularmente llamado «casa chica de Don Pedro»–​ cuya primera reforma data de 1662, siendo ya su propietario Fadrique Álvarez de Toledo.​ Fue efímero hogar de Pedro Álvarez de Toledo, V marqués de Villafranca, y fastuosa morada de su hijo, el XI marqués de Villafranca y de Medina Sidonia, casado en 1775 con María Teresa Cayetana, XIII duquesa de Alba, y musa de Francisco de Goya. Fue parcialmente remozado en el siglo xix por el arquitecto, pintor y escultor Arturo Mélida, y según Carlos Cambronero e Hilario Peñasco, en él estuvo la redacción de la revista El Consultor de Ayuntamientos y Juzgados municipales.​ Además de las sucesivas familias nobiliarias que hicieron vida palaciega en este palacio del marqués de Villafranca, resultará curioso recordar que, inaugurado el 1 de noviembre de 1962, tuvo espacio en el edificio el restaurante Puerta de Moros, y entre 1987 y 2004 fue sede de la Agencia Española del Aceite de Oliva (AAO), antes de mudarse a la calle de José Abascal. El Estado Español, dueño del inmueble lo cedió a la Real Academia de Ingeniería (RAI) a condición de que la institución lo restaurase, obra que se hizo entre 2006 y 2008.

Otro de los edificios del complejo urbanístico del siglo xvii es el fragmento del palacio del Duque del Infantado, reformado y rehabilitado entre 2000-2001 por José María Marsá González,​ como sede del Instituto CEU de Estudios Históricos de la Fundación San Pablo (CEU).

Conserva esta calle un par de edificios relacionados con la historia de la educación en Madrid. El antiguo “colegio de señoritas” del Sagrado Corazón, que estuvo en el número 8, y luego en el número 14,​ fundado en 1877 y controlado entonces por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, un ejemplo del neomudejar madrileño. Ya al final de la calle, está el Grupo Escolar Vázquez de Mella, obra de Bernardo Giner de los Ríos en la década de 1930.

Aunque con la entrada principal por la calle de Bailén, tiene fachada en la de Don Pedro el antiguo Laboratorio Municipal de Higiene, obra de 1902 con proyecto del arquitecto José Urioste y Velada. El edificio, rehabilitado, acoge el Madrid International Lab.

Una placa municipal del año 1992 informa de que en las primeras décadas del siglo xx, vivió en el número 6 de esta calle Pedro Salinas, miembro de la generación del 27 que escrito con sus propias palabras, dejó aquí “gran parte de su juventud”. En el mismo edificio un plafón barroco asegura que «En esta casa nació el 20 de marzo de 1937 la popular actriz María de los Ángeles López Segovia LINA MORGAN. Madrid le rinde homenaje el 27 de diciembre de 1988»

sábado, 2 de marzo de 2019

Plaza Cascorro



La plaza de Cascorro es un espacio público del barrio de Embajadores en el distrito Centro de Madrid. Así llamada desde 1941 en recuerdo del cerco de Cascorro durante la guerra hispano-estadounidense en Cuba. Situada en la cabecera del Rastro de Madrid, confluyen en ella nueve calles: Estudios, Duque de Alba, Juanelo, Embajadores, Maldonadas, San Millán, Ruda, Amazonas y la Ribera de Curtidores.

Pedro de Répide, siguiendo el relato de Mesonero Romanos, describe el espacio que originó esta plaza asímetrica en la plazuela del duque de Alba que en el siglo xviii ocupaba los aledaños de la vieja plaza del Rastro, y las desordenadas calles del arrabal de San Millán (antiguas calles del Cuervo y de San Dámaso –junto a la de Juanelo–, y las aún existentes de Embajadores, los Estudios e inicio de la cuesta descendente de la populosa Ribera de Curtidores, avenida central del mercadillo del Rastro. Anota Répide que este abigarrado y castizo conjunto urbano fue pintado por Francisco de Goya en cartones como El ciego de la guitarra, La cometa o El cacharrero, y usado por Ramón de la Cruz como escenario habitual de sus sainetes dieciochescos.

Por acuerdo municipal del 16 de agosto de 1913 se renombró en honor del presidente de la Primera República española, Nicolás Salmerón, que quedó ampliada al derribarse la manzana popularmente conocida como ‘el tapón’ (entre la referidas antiguas calles del Cuervo y San Dámaso).​ Perdió tal nombre en 1941, al inicio de la posguerra española.

Monumento

Instalado en el lugar que ocupaba la cruz del Rastro, e inaugurado el 7 de junio de 1902, el monumento a los héroes de Cascorro de 1896, con la estatua de Eloy Gonzalo realizada en bronce por Aniceto Marinas con pedestal de José López Sallaberry, representa al temerario soldado con una lata de petróleo y el torso rodeado de una cuerda. La dualidad entre el nombre de la plaza y el personaje esculpido en el monumento, generó la confusión de identificar, por ignorancia, el soldado de la escultura con la batalla en la que participó)