El Palacio de la Duquesa de Medina de las Torres se encuentra en el n.º 23 del Paseo de Recoletos, esquina con la calle del Almirante número 29 de la ciudad de Madrid (España). En la actualidad es un edificio que ocupa el Espacio Miró de la Fundación Mapfre. Se sitúa adyacente al Palacio del Duque de Elduayen, con el que guarda cierta semejanza.
Fue construido por el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos entre 1881 y 1884. Su edificación se realiza sobre parte del solar que ocupaba el Circo Price. Con cuatro plantas y un semisótano, el edificio mantiene un cuerpo central con dos esquinas. En 1910 fue remodelado añadiéndosele dos torreones en los cuerpos de las esquinas.
Su primera gran reforma la realiza Enrique Simonet Castro, hijo del pintor Enrique Simonet Lombardo, entre 1932 y 1940. La segunda y tercera reformas tienen lugar en los años 1990, 1992 y 1995 por los arquitectos Enrique de León García e Íñigo Ortiz Díez de Tortosa. Actualmente es un edificio que ocupa la empresa Mapfre.
Fue construido entre 1881 y 1884 por el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos en el paseo de Recoletos, sobre parte del solar donde estuvo ubicado el Circo de Price, que se traslado en 1880 a la plaza del Rey tras haber sufrido un incendio cuatro años antes. En el resto del solar también se construiría en la década siguiente el palacio de Elduayen, convirtiéndose esta zona en una de las más elegantes de la ciudad, de por sí embellecida por los palacios del Marqués de Salamanca, del Marqués de Alcañices –también Duque de Sesto- y por otros notables edificios de viviendas.
El palacio de Medina de las Torres presenta un alzado de cuatro plantas y semisótano. Está estructurado en dos cuerpos de esquina y un cuerpo central con cinco vanos por planta que conforman una fachada equilibrada en su decoración, pues se repiten los ritmos de los huecos y los machones verticales de ladrillo. Lo que pretendía Ortiz de Villajos era obtener una construcción a mitad de camino entre un palacio urbano y un edificio de viviendas.
En 1910 el edificio toma un aire más señorial y monumental con la construcción de dos torreones sobre los cuerpos de las esquinas, manteniendo las decoraciones verticales y horizontales del estuco y empleando de nuevo los machones de ladrillo. Un dato curioso sobre este palacio son las diferentes y notables alturas de sus plantas: la segunda y tercera alcanzan cada una 4 metros, mientras que la principal llega a medir nada menos que 4,70 metros.
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