martes, 29 de mayo de 2018

Teatro Alcázar



El Teatro Alcázar (antes llamado Palacio de los Recreos y Teatro Alkázar) es una sala de teatro en la calle de Alcalá de Madrid,​ inaugurada en 1925, sobre las ruinas del antiguo Trianón Palace.

En el solar del número 20 de la calle de Alcalá, que había ocupado el primitivo Trianón Palace,​ se inició al comienzo de la década de 1920​ la aparatosa construcción del nuevo Teatro Alkázar (llamado así hasta 1940, cuando el régimen franquista prohibió todos los nombres de aire extranjerizante),​ a partir del proyecto de Eduardo Sánchez Eznarriaga, que murió antes de finalizarse la obra, que quedaría a cargo de Eduardo Lozano Lardet.

Tras diversas vicisitudes y accidentes (como el derrumbamiento de parte del edificio contiguo que acogía al Café Lion d'Or), el lujoso teatro se inauguró el 27 de enero de 1925 con las representaciones de la opereta Madame Pompadour de Leo Fall y capacidad para más de ochocientos espectadores. 

La intención inicial de llamarlo Palacio de los Recreos, porque iba a incluir numerosas opciones de ocio, se vio disuadida por las restricciones legales. Su artística fachada sería restaurada en el año 2004.

Aunque gran parte de su historia ha estado ligada al género de la revista musical española (con divas como Celia Gámez, Lina Morgan o Esperanza Roy), al comienzo de la década de los treinta funcionó como sala de cine, siendo una de las primeras salas que incorporaron proyector sonoro. 

A partir del 26 de abril de 2012 fue absorbido por el patrocinio de la empresa Cofidis como Teatro Alcázar-Cofidis.

En la madrugada del 17 de diciembre de 1983 la discoteca Alcalá 20, instalada en los sótanos del edificio del teatro, sufrió un incendio cuando la sala estaba llena. Hubo ochenta y un muertos y veinticuatro personas sufrieron heridas de gravedad. 

En el teatro, afortunadamente ya vacío a esas horas, se representaba el musical Por la calle de Alcalá,​ que hubo de suspenderse temporalmente. La discoteca siniestrada tardaría 22 años en volverse a abrir.

Treinta años después, en la mañana del 15 de junio de 2013, la última planta del edificio, dedicada a oficinas, sufrió un nuevo incendio, que se saldó con un herido leve,​ aunque el fuego no afectó a la sala ni a los espacios escénicos,​ pero sí se inundaron todas las instalaciones por el agua empleada en la extinción, por lo que las funciones debieron suspenderse durante varias semanas hasta que se repararon los desperfectos.

sábado, 26 de mayo de 2018

Teatro La Latina



El teatro de La Latina es un local teatral de Madrid, ubicado en la plaza de la Cebada del homónimo Barrio de La Latina, obra del arquitecto Pedro Muguruza.

Ha sido uno de los escenarios más importantes para la representación de comedia y revista en la historia del teatro de España a lo largo de siglo XX.

Debe su nombre a Beatriz Galindo, la Latina, escritora castellana del siglo XV.

Este teatro madrileño fue creado en la primera década del siglo XX por el anticuario Juan Lafora Calatayud, a partir de un cine construido sobre los terrenos de un antiguo hospital. En el teatro, bautizado bajo el seudónimo de Beatriz Galindo, La Latina, actuaron hasta los años treinta compañías como las de Emilio Sagi, Salvador Videgain o la del maestro Guerrero. Fue de nuevo cine durante la guerra civil. En 1945 fue comprado para su hijo por Dolores Díez, madre de Luis Fernández-Díez, casado con Victoria Cuenca. Hacia el año 1955-56 se le alquila a Ignacio Fernández Iquino y más tarde se le alquila al empresario Matías Colsada, que lo comprará cuarenta años después, en 1977. Especializado en espectáculos de revista y variedades, el teatro fue adquirido por Lina Morgan en 1978, aunque Colsada nunca se desvinculó: no quitó su nombre de la dirección del local hasta verlo pagado en 1983.

Etapa de Luis Fernández-Díez e Ignacio F. Iquino (1947–1962)

En la época de Luis Díez, el autor y empresario, llevaba su Gran compañía de revistas, Titular del Teatro La Latina, ofreciendo espectáculos como: La blanca doble, de Jacinto Guerrero, con Zori, Santos y Codeso, el 14 de abril de 1947 y cuyo piano que usó el maestro Guerrero se conserva en el teatro. A partir de aquí se sucedieron muchos espectáculos. Muchos por Zori-Santos-Codeso como Carolina de mi corazón, Los babilonios, etc. Luis Fernández-Díez ideó espectáculos para Antonio Garisa, mítico del escenario de La Latina hasta 1958, donde presentó Nada más que uno (1951), El Tris, Tras, Trus (1952) con Juanito Navarro, Luis Cuenca y la vedette Raquel Daina, Las siete mujeres de Adán (1957), con Mary Begoña, donde inicia su nueva compañía presentando Más Mujeres y el éxito de la temporada ¡Timoteo! ¿Qué las das? (1958).

Títulos cómo Lo que quiera mi papá (1959) con Zori y Santos, A la buena vida (1959), Bésame con música (1958) con Garisa-Begoña, Tú mujer es cosa mía (1961) con Ángel de Andrés y Lilian de Celis, Las alegres chica de Portofino (1960), Mister Guapo '61 (1961) con Antonio Casal, Eloisa, Abelardo y dos más (1961), con Zori-Santos, La media Naranja (1962) con Carmen Escribí... No faltaban espectáculos folclóricos y de variedades como los de Los chavalillos de España, Estrellita Castro, Angelillo, etc. En la década de los '50, entra en La Latina los espectáculos Colsada donde esta casi más de medio año con revistas como: Cirilo que estas en vilo (1954) con Luis Cuenca y Trudi Bora, La blanca doble (1955) con Maruja Tomás, Luis Barbero y Ricardo Espinosa , otra vez Cirilo que estás en vilo (1955) seguida de kikiriki (1955), Espabíleme usted al chico (1955) siendo una desconocida Lina Morgan —sin nombre artístico aún— la tercera vedette del espectáculo, Ay que trío (1955) con Alfonso del Real y Gracia Imperio.

Etapa de la empresa Colsada (1962–1978)

En el año 1964, el sagaz empresario de revistas Matías Colsada, que contaba desde 1956 con el Teatro Apolo de Barcelona, alquila el madrileño Teatro La Latina. Sin duda alguna, Colsada, es quien explota al máximo la sala y la cartelera de uno de los más populares teatros de Madrid. No se sabe con exactitud, pero, uno de los primeros espectáculos que Colsada presenta en La Latina ya como empresa, es una compañía liderada por Antonio Casal, Juanito Navarro y Manolito Díaz titulada Ay que ladronas (24/04/64) con Addy Ventura y Lina Morgan.

Después de que los cómicos de Madrid - así los anuncian- entra Paquito de Osca y Addy Ventura con Y de la nena... ¿Qué?, con más de 300 representaciones en este teatro. En noviembre entra la compañía de Los cómicos de Madrid: Casal-Navarro-Díaz con El babero de Melilla con Finita Rufette y Lina Morgan hasta el mes de abril de 1965. El 24 de abril entran Luis Cuenca y Pedro Peña con Katia Loritz en Mujeres artificiles procedente del Teatro Apolo. En otoño de 1965: Las fascinadoras con Adrián Ortega y Addy Ventura. El 3 de diciembre de 1965, entra, la que será su compañía principal y titular del Teatro La Latina, los verdaderos Cómicos de Madrid: Lina Morgan con Juanito Navarro durante nueve temporadas.

1965-66: Dos maridos para mí con Lina Morgan y Juanito Navarro. En 1966: Hay que viuda con Quique Camoiras —que está 14 temporadas en La Latina— y Queta Claver. Ay qué chica con Adrián Ortega y Addy ventura ( más de 200 representaciones). En 1966-67: Y parecía tonta con Lina Morgan-Juanito Navarro. En 1967: Se traspasa señora con Quique Camoiras y Queta Claver. En 1967-68: La rompeplatos con Lina Morgan y Juanito Navarro, Una noche movidita con Quique Camoiras y Vicky Lusson. En 1968-69: La chica del barrio con Lina Morgan-Juanito Navarro. Las corsarias con Quique Camoiras-Vicky Lusson. En 1969-70: ¡Qué vista tiene Calixta! con Lina Morgan-Juanito Navarro. Boda a plazos y Ay Manolo de mi corazón con Quique Camoiras-Vicky Lusson. En 1971: La chica del surtidor con Lina Morgan-Juanito Navarro. Tres gotas nada más con Zori-Santos. Las castigadoras con Quique Camoiras-Vicky Lusson. En 1971-72: Nena, no me des tormento con Lina Morgan-Juanito Navarro hasta mayo donde Lina Morgan termina su contrato con la empresa.

Desde 1972 Colsada programa espectáculos de Juanito Navarro como principal cabecera del Teatro La Latina con obras como: Pío tu serás mío con Quique Camoiras-Anne Marie Rosier, Esta es su vida con Tony Leblanc o Tú novia es mi mujer con Juanito Navarro, Rafaela Aparicio y Alida Verona. En 1973: El divorcio no es un buen negocio con Quique Camoiras-Ingrid Garbo, Llevame a París con Juanito Navarro, Rafaela Aparicio y Alida Verona. En 1974: Eva al desnudo con Vicky Lusson, Quique Camoiras y Ricardo Espinosa, La chica del Barrio con Juanito Navarro, Rafaela Aparicio, Vicky Lussón.

Desde 1975 en el Teatro La Latina Colsada presenta sus compañías del Teatro Apolo con Luis Cuenca-Pedro Peña-Tania Doris junto a la de Quique Camoiras. Siempre compañías titulares de Colsada. Obras como: Venus de fuego con Quique Camoiras, Un, dos, tres... desnúdame otra vez con Jesús Guzmán, la titular del Teatro Español de Barcelona: Especialista en desnudos con Pedro Peña, Con quien me acuesto esta noche con Quique Camoiras y Ricardo Espinosa, La casa del placer con Luis Cuenca y Tania Doris o Guárdame el secreto Lucas con Martínez Soria. Hasta que en 1977 se había convertido en una barraca vieja a punto de desaparecer.

Etapa de Lina Morgan y Espectáculos Latina (1978-2010)

Colsada, que ya solo programa espectáculos suyos, pues, Juanito Navarro tras hacer salas de fiestas montó compañía de revistas en el Teatro Calderón de Madrid y Quique Camoiras lo mismo. Lina Morgan, que triunfaba en el Barceló de Madrid, enterada de la estrepitosa desaparición del Teatro de sus sueños, el de sus triunfos, el de sus inicios y el que la vio nacer, decide, con al ayuda de sus hermano José Luis (empresario-productor) comprar aquella barraca que lejos fue el palacio de la revista, por 127 millones de pesetas a Colsada. Primero lo alquilaron para después comprarlo. No sería hasta 1983 cuando lo adquiere, y al dirección pasa a ser de José Luis López, antes, cuando lo alquilaron en 1978, programador del mismo.

Cada temporada del Teatro La Latina constaba de una principal y duradera, la de Lina Morgan que presenta La Marina te llama (1979-80), Vaya par de gemelas (1981-83), Si al amor (1985-86), El último tranvía (1987-91) y Celeste... no es un color (1991-93). Cuando Lina salía de gira a Barcelona y Valencia, en La Latina entraban otros espectáculos como: La dulce viuda (1981) con Luis Cuenca y Tania Doris, Paco Martínez Soria con La tía de Carlos (1981), Sara Montiel con Super Sara Show (1980), Doña Sara de la mancha (1981) o Nostalgias (1984) con Olga Guillot, Manolo Otero y la despedida de Celia Gámez. También espectáculo de variedades como Copla y Verbena (1980) con Antoñita Moreno, Arte (1984) con Carmen Sevilla, Concha Márquez Piquer, María Jiménez y Remedios Amaya o Vamos Cantando (1984-85) con Carmen Sevilla, Paquita Rico y Juanita Reina. Y Lola Flores fue un bombazo con su espectáculo Con Casta (1983).

Tras su restauración en 1984 de todo el Teatro, donde Lina Morgan exigió al arquitecto que en los camerinos hubiesen baños, duchas y sofás para descansar, entran compañías de Comedia como Un marido de ida y vuelta (1986), La venganza de Don Mendo (1986) Los Caciques (1987) producidas por Juanjo Seaone o dirigidas por Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero o José Luis Alonso. En 1991, José Luis López coproduce con Enrique Cornejo obras de teatro como La venganza de la Petra (1991) o Celos de aire (1991) con Aurora Redondo. Tras un parón de descaso de la compañía titular , la de Lina Morgan, José Luis presenta junto a Juanjo Seaone producciones como El abanico de Lady Windermere (1993) con Amparo Rivelles, Es mi hombre (1993-94) con los actores del último espectáculo de su hermana Lina Morgan, Las de Caín (1994-95), La locura de don Juan (1995) y La zapatera prodigiosa (1995) producida por el Teatro de la Danza.

En 1996, tras el fallecimiento de José Luis López, hermano, mánager, productor y empresario de Lina Morgan y director-programador del Teatro, y debido a que la estrella está metida de lleno en varios proyectos de TV, la actriz delega en el que fue su gerente, Ángel Gutiérrez, que programa y dirige el Teatro La Latina. El local, uno de los más acreditados e importantes de Madrid, acoge varios espectáculos de Moncho Borrajo: Concierto sentido del humor (1995), Dihablemos (1997), El bufón del Rey (1998-1999) que tanto éxito dio al teatro. El Tricicle presentó varios espectáculos. Desde 1999 la llegada de musicales a España hacen que Lina Morgan como empresaria contrate para su Teatro a compañías y obras musicales sin descartar las comedias o espectáculos del Centro Dramático Nacional o Teatro de La Danza. Pasan con gran éxito títulos como Tartufo (1999), Sí... pero No (1999), El verdugo (2000), La muerte de un viajante (2001), Madre: El drama padre (2001), Paseando a miss Daisy (2002), Las bicicletas son para el verano (2003), El musical Cuando Harry encontró a Sally (2002) o La venganza de Don Mendo (2004-2005) con Raúl Sender que permanece nueve meses de éxito.

En 2005, Lina Morgan propietaria de la sala, se asocia al productor José Luis Moreno, para explotar y convertir el Teatro La Latina en el teatro de Madrid por excelencia. Un contrato que dura dos años y donde programan un ciclo de Zarzuelas, una antología de la danza, el musical El diluvio que viene (2006-2007), la comedia de TV Matrimoniadas (2006) y la comedia La venganza de la Petra (2006) con un gran éxito. Lo último que José Luis Moreno programa en La Latina fue el concierto Enamórate conmigo de Isabel Pantoja, que durante las 13 únicas actuaciones llenó absolutamente el teatro, pese a que debió de suspender las tres últimas.

Desde 2007, Lina Morgan se ha puesto otra vez a dirigir y programar espectáculos. Por el Teatro La Latina han pasado grandes actores: Raúl Sender, José Sazatornil, Concha Velasco, Nati Mistral, Paco Valladares, Celia Gámez, Juanita Reina, Carmen Sevilla, Lola Flores, Tania Doris, Paco Martínez Soria, Jesús Puente, Amparo Baró, Josema Yuste, Marisol Ayuso, Andoni Ferreño, Amparo Rivelles, Moncho Borrajo, Ana Belén, Paco León, Blanca Portillo, María Fernanda D'Ocón, Natalia Dicenta, Pablo Sanz, Tote García Ortega, Quique Camoiras, Juanito Navarro, Antonio Casal, Manolo Díaz, Pedro Peña, Estrella Castro, Pepe Barcenas, Jesús Guzmán, Queta Claver, Tony Leblanc, Addy Ventura, Lina Canalejas, Olga Guillot, Celia Gámez, Ricardo Espinosa, Adrián Ortega, Tomás Zori, Fernando Santos, Manolo Codeso, Maruja Tomás, Alfonso del Real... casi todo el Teatro Español de los siglos XX y XXI.

Etapa Focus-Penta

En junio de 2010 la actriz vendió el teatro a la empresa Focus-Penta S.L formada por el grupo Catalán Focus y la productora Madrileña Pentación espectáculos.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Plaza del Humilladero



La plaza del Humilladero es una plazuela en el barrio de Palacio, perteneciente al distrito Centro de Madrid, delimitada al norte por la plaza de San Andrés, la costanilla de San Pedro y la calle del Almendro, y al sur por la plaza de Puerta de Moros y el inicio de las dos Cavas, por donde se prolonga como calle hasta la de Toledo. En su entorno se encuentran la iglesia de San Andrés y el Museo de los Orígenes (Casa de San Isidro).

En su estudio sobre Las calles de Madrid,​ Peñasco y Cambronero explican que este espacio en la cabecera de la calle del Humilladero no figura rotulado en los planos de Texeira (1656) ni de Antonio Espinosa de los Monteros (1769), quedando incluida bien en la plaza de San Andrés o en Puerta de Moros.

Plaza y calle reciben su nombre por la llamada cruz del humilladero de San Francisco, que Mesonero Romanos enuncia como Humilladero de Nuestra Señora de Gracia.

Relata Pedro de Répide, ampliando la información de Mesonero en El antiguo Madrid, que en la esquina de la Plazuela de la Cebada a Puerta de Moros (espacio que luego sería llamado plaza del Humilladero) estuvo el templo de la Vera Cruz y Santa María de Gracia, levantado por la cofradía de la Vera Cruz, fundada en el siglo xiii en el vecino convento de San Francisco y a partir de una ermita anterior. 

El relato semilegendario atribuye al caballero Francisco Ramírez la decisión, en 1540, de colocar una imagen de Santa María de Gracia en el templo que pertenecía a la congregación de la Vera Cruz, quedando ambas fundidas a partir de 1575. 

Casi un siglo después, con el derribo de esta iglesia, la imagen de la virgen fue trasladada al hospital y colegio de San Patricio de los Irlandeses, fundado en 1629 y situado al final de la calle del Humilladero, acabando seis años después en el edificio que la institución religiosa tomó en la misma calle pero con entrada por la de Toledo, inmueble cedido por el presbítero irlandés Demetrio O'Brien.

Habla también Répide de que por ser la plazuela del Humilladero uno de los pocos espacios abiertos en el primitivo trazado de callejuelas de la Morería, solía emplazarse en élla el conjunto ferial de columpios, tiovivos y barracas de la verbena de la Paloma.




domingo, 20 de mayo de 2018

Carrera de San Jerónimo



La Carrera de San Jerónimo es una calle del centro de Madrid que discurre entre la Puerta del Sol y la Plaza de las Cortes (Palacio de las Cortes de España). Se llegó a denominar la calle: Camino del Sol. 

La calle tiene dos tramos diferenciados, el primero sale de la parte oriental de la Puerta del Sol, casi paralelo a la calle Alcalá hasta llegar a la Plaza de Canalejas, y desde ahí enfila hacia San Jerónimo el Real muriendo la calle en la Plaza de las Cortes.

Antiguo camino o carrera hacia el monasterio de los Jenónimos, al otro lado de las huertas conocidas como el Prado de los Jerónimos, ya en el siglo xvi se documentan las primeras edificaciones y la construcción de una alcantarilla en 1618.​ 

Uno de los más antiguos fue convento de Mínimos de la Victoria que llegaba desde la Puerta del Sol hasta la calle de la Victoria. 

También estuvo aquí el Hospital de San Pedro de los Italianos, fundado en 1538 y así llamado por ser hospedería y refugio para los viajeros e ‘inmigrantes’ italianos. 

Existieron hacia el final de la carrera dos antiguos edificios, la Torrecilla de la Música, y un convento de monjas bernardas de la Concepción, popularmente conocido como monasterio de Pinto; ambos edificios fueron derribados durante la desamortización de Mendizábal. 

Se hizo popular la fonda: La Fontana de Oro lugar de reunión y tertulia política que reflejó Benito Pérez Galdós en su novela La Fontana de Oro. Esquina a la vecina calle de la Victoria prosperó el Hotel Embajadores, y más al fondo de la calle se encontraba el Hotel Rusia.

El restaurante Lhardy ubicado en el número ocho de la carrera de San Jerónimo fue inaugurado en el año 1839 por el francés Emilio Huguenin Lhardy.​ Es considerado uno de los primeros y más antiguos restaurantes de Madrid, por lo menos tal y como se conoce hoy en día, es decir: menú con precio para cada plato. 

En 1855 el confitero de Jijona, Luis Mira, inauguró en el número treinta de la calle la Casa Mira. Se atribuye a Prosper Mérimée la puesta en marcha de otro restaurante en el número veintitrés, que no llegó a prosperar.

En el segundo tramo de la calle existían diversas casas y palacetes nobiliarias, la del Marqués de Santiago (en la que residió por algún tiempo el Casino de Madrid), la casa del Duque de Tamames, la del Marqués de Valdegena (en cuya esquina se encontraba la botillería de Canosa). 

Existió en el número veinticuatro la Cervecería Inglesa en un edificio que sería derribado para construir el Teatro Reina Victoria. Justo enfrente se encontraba el Café de la Iberia. En el número treinta y cinco se encuentra el Palacio del marqués de Miraflores.

La fecha de la primera proyección cinematográfica en España es un debate abierto entre diversos autores, algunos mencionan que se realizó en Madrid el 11 de mayo de 1896 en el circo de Parish. Una placa inaugural localizada en la calle (a la altura del número 34) da inicialmente la fecha el 15 de mayo de 1896, siendo posteriormente sustituida y rectificada por la fecha del 14 de mayo de 1896. 

La primera proyección abierta al público ocurrió en esta calle en el cinematógrafo de los hermanos Lumière en Madrid (para la prensa e invitados especiales se dio un pase el día 13 de mayo).

jueves, 17 de mayo de 2018

Plaza de Lavapiés



La plaza de Lavapiés es un espacio abierto en el sinuoso trazado del Lavapiés madrileño, en el barrio de Embajadores del distrito Centro de la capital española. Confluyen en la actual plaza las calles Argumosa, Ave María, de la Fe, Lavapiés, Olivar, Sombrerete, Tribulete y Valencia.​ Ramón Mesonero Romanos, la considera "la Puerta del Sol del distrito del Avapiés, como antiguamente solía escribirse", y cita estos versos que escribió Nicolás Fernández de Moratín, para la plazuela que con tales títulos venía "emblematizando a la población indígena matritense en el último término de la escala social":


"Vinieron con semblantes pudibundos
las que habitaban el Austro, donde lavan
los pies el agua de árboles profundos".

Diversos documentos (literarios, musicales, pictóricos) dan noticia de que la plaza tuvo una fuente que estuvo en servicio hasta la década de 1870, y que en su última época estuvo alimentada por el viaje de agua del bajo Abroñigal. El cronista Pedro de Répide​ y otros autores más modernos recogen como posible origen del curioso nombre de Lavapiés la ceremonia o hábito de algunos vecinos del antiguo arrabal de usar la fuente, o el pilón que formaba, para hacer sus abluciones y lavados, supuestos moriscos y judeoconversos precursores de la manolería que se fraguó en este castizo barrio. 

Otras versiones, como la recogida en los versos de Fernández de Moratín hablan de una alameda y viveros regados por canalillos labrados a sus pies. Por escrito, aparece mencionada así en un documento del siglo XVI (a propósito de una transacción de terrenos para levantar una fuente).​

Durante el reinado del Rey Felón fue famosa la real fábrica de coches que hacía esquina a la castiza calle del Tribulete. Del siglo XVIII y atribuida a Ramón de la Cruz es la ya mencionada variante "Avapiés" para denominar plaza, calle y barriada,​ aunque Mesonero remonta su antigüedad al siglo XVI.​ Así aparece en el título y el libreto del drama lírico de Tomás Borrás El Avapiés, estrenado en 1922, y más tarde en los versos de La Barbiana, de 1933, escritos por Rafael Fernández-Shaw:

"Una mujer madrileña
nacida en el Avapiés,
lleva la flamenquería
de la cabeza a los pies".

Ya en el siglo XX, la demolición de la fábrica de cerveza de Lavapiés, la primera de Madrid, anterior a la de Santa Bárbara, abrió el espacio de la plaza a la calle de Argumosa, la más ancha del entorno. 

En 1936 se inauguró la Estación de Lavapiés en el espacio que antes había ocupado la fuente. Protagonista en numerosos sainetes y zarzuelas, la plaza de Lavapiés fue así mismo escenario central de la película de los años cincuenta titulada Surcos.

Desde finales del siglo XX, el barrio de Lavapiés, entre la degradación y el olvido, se fue convirtiendo en un espacio cosmopolita y multi-racial en convivencia con nuevas generaciones y propuestas culturales.

Dando un primer paso hacia la "demoledora estética del Lavapiés del siglo XXI",​ entre 2002 y 2005 se construyó el Teatro Valle-Inclán, que pasaría a funcionar como sede complementaria del Centro Dramático Nacional. El nuevo edificio, con un diseño atrevido de los arquitectos Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa, ajeno al pasado de la plaza,​ se inauguró en 2006 ocupando el espacio de la antigua Sala Olimpia.