miércoles, 21 de septiembre de 2016

¡El Retiro tuvo un cementerio!



El Parque del Retiro es uno de los lugares más conocidos y representativos de Madrid, no es para menos, son aproximadamente cinco siglos acumulando secretos y anécdotas. Ideado para servir de lugar de descanso y relax para los miembros de realeza, hoy vamos a conocer que en él hubo algunas personas que se “retiraron” de una forma diferente y, sobre todo, prolongada. Hoy descubrimos que en pleno corazón de este parque, hubo un cementerio.


Un supuesto tesoro escondido, un escurridizo duende, recreaciones de batallas navales en mitad de su estanque… El Parque del Retiro es un verdadero hervidero de historias, unas más conocidas, otras menos. Lo que poquita gente sabe es que en el centro de este oasis madrileño hubo un camposanto, pero ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? Vayamos poco a poco, resolviendo estas incógnitas.

Retrocedemos al reinado de Carlos III (1759- 1788), el apodado “Mejor Alcalde de Madrid” decidió levantar, más bien ordenó levantar, un cementerio en el que reposasen los restos de los empleados de este parque, un escenario predilecto para la realeza por aquella época. Por eso, a finales del Siglo XVIII el Retiro pudo añadir, a su ya amplia colección de caprichos y puntos de interés, este inquietante lugar. Hay que comentar que aquí también recibieron sepultura algunas de las víctimas mortales de la Guerra de la Independencia.


Lo que muchos os estaréis cuestionando es ¿Dónde estaba? Para ello hay que imaginarse un terreno que estuviese situado entre el Paseo de Coches, la Estatua del Ángel Caído, el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez. No obstante cuando se decidió construir el Paseo de Fernán Núñez, se reformó toda esta zona perdiéndose para siempre el rastro de este cementerio. Falta saber si los restos que aquí se custodiaban fueron retirados y ubicados en otro camposanto o si, por el contrario, se quedaron allí para siempre…

El Cementerio del Retiro se encontraba entre la actual calle de Alfonso XII, el Paseo de coches, el Parterre y el Campo Grande, frente al Huerto del Francés.


Se construye por orden de Carlos III y en 1787 se construye una capilla dedicada a San Fernando para dar sepultura a los héroes de la Independencia y a los trabajadores del propio parque. Desaparece en 1874 al construirse el Paseo de Fernán Núñez, popularmente conocido como "Paseo de Coches", ajardinándose su solar. Sobre su solar se encuentra hoy día el Palacio de Cristal, el Palacio de Velázquez y la Fuente del Ángel Caído.