miércoles, 5 de diciembre de 2018

Museo de San Isidro



El Museo de San Isidro, o de los Orígenes de Madrid, es una institución cultural del Ayuntamiento de Madrid (España), situado en el número 2 de la plaza de San Andrés. Fue inaugurado el 15 de mayo de 2000 por el entonces alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano.​ La colección permanente procede en su mayor parte del desaparecido Instituto Arqueológico y del Museo Municipal de Madrid. Muestra la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta el establecimiento de la Corte a través de piezas arqueológicas, maquetas y grabados.

El edificio, la denominada Casa de San Isidro, es fruto de la reconstrucción llevada a cabo por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento. La original fue demolida en 1972, debido a su mal estado. Se trataba de un palacio del siglo XVI, propiedad de la familia de los Lujanes, levantado sobre el palacio de los Vargas, amos de Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Posteriormente, el palacio fue ocupado por el Nuncio Apostólico tras el traslado de la Corte a Madrid. Después, y hasta el siglo xix, el palacio perteneció a los condes de Paredes de Nava y, más tarde, al marqués de Peñafuente. En 1986 fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid.

Valentín Quintás Ripoll llevó a cabo el proyecto integrando elementos originales, como la capilla de San Isidro (levantada en el siglo XVI en uno de los lugares donde la tradición dice que vivió y murió el santo), el pozo donde cayó el hijo de San Isidro (también uno de los pozos que se disputan la ubicación del referido milagro), del cual fue salvado por la oración del santo, o el patio, con los escudos de la familia de los Lujanes.

La capilla se levantó sobre uno de los lugares donde la tradición sitúa las habitaciones que ocupó el santo. Francisco Robello y Vasconi lo relata en estos versos:

Junto a San Andrés, tenía este señor [Juan de Vargas] una casa, a donde Isidro y María obedientes se hospedaban. En un aposento bajo se les dio vivienda Sana, cuyo aposento es capilla hoy donde la fe cristina, al labrador madrileño, Santo por divina gracia, culto le da y reverencia, y sus acciones ensalza.

Levantada la capilla en el año 1608, fue reformada en 1663 y después de nuevo entre 1783 y 1789, época de la que data la decoración actual. Las pinturas murales que cubren las bóvedas fueron realizadas por Zacarías González Velázquez. 

El óvalo central representa la apoteosis de San Isidro, y en la bóveda de la nave aparecen dos ángeles que sostienen una corona de laurel mientras otros dos presentan una banda con la inscripción: «Hice dormivit in domino» («Aquí durmió en el Señor»), aludiendo a la tradición según la cual el santo murió en este lugar. El retablo es del siglo XVIII, de madera pintada imitando mármol. Un arco de punto alberga una escultura de madera policromada que se encuentra en la capilla desde el año 1663.

Además del pozo y la capilla, merece destacar la reconstrucción del patio renacentista del siglo XVI, que fue desmontado por la ruina del edificio, y que se ha reconstruido en parte, siendo una pieza única junto al del patio del Colegio Imperial en la calle de Toledo, con una perspectiva muy interesante desde sus galerías, y un bello jardín en el centro.

Un primer apartado abarca desde el Paleolítico Inferior, con fósiles de elefantes antiguos, mammuts, mastodontes, uros, y restos de la industria lítica de los primeros pobladores del valle del Manzanares hace 500.000 años, hasta el inicio de la agricultura.

Un segundo apartado centrado en el desarrollo de la agricultura y la cerámica de la edad del bronce.

Un tercer apartado del Madrid romano, con esculturas, cerámica y piezas de vidrio, de las villas romanas junto al Manzanares.

Un cuarto apartado del Madrid musulmán y cristiano, con alfarería, restos del antiguo alcázar y maquetas de la ciudad.

En total se muestran 700 piezas en las plantas superiores del Museo y otras 1.000 más en el almacén visitable del sótano, del total de más de 300.000 piezas de sus fondos.




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