sábado, 29 de diciembre de 2018

Arturo Soria y Mata



Arturo Soria y Mata (Madrid, 15 de diciembre de 1844 - 6 de noviembre de 1920) fue un ingeniero y urbanista español, famoso principalmente por su concepción de la ciudad lineal de Madrid (España). En su honor, la calle principal del distrito madrileño de Ciudad Lineal lleva el nombre de calle de Arturo Soria.

Aunque estudió Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, fue autodidacto y a partir de 1886 se dedicó por entero a su proyecto de la ciudad lineal, bajo la influencia de las ideas de Spencer e Ildefonso Cerdá. Este innovador proyecto, con el cual quería resolver los problemas de higiene, hacinamiento y transporte que atenazaban a las ciudades de la época, consistía en el diseño de una ciudad articulada a ambos lados de una ancha vía (50 metros) con ferrocarril, de longitud en principio no limitada, lo que posibilitaba su crecimiento. De esta manera el tren pasaba a ser un elemento estructurador del territorio.

Lamentablemente, sólo llegarían a realizarse los 5 Km. que unían la antigua carretera de Aragón con el Pinar de Chamartín, esto es, lo que hoy conocemos como Ciudad Lineal. Su construcción se inició en 1892 y al año siguiente obtuvo su primer reconocimiento internacional en la Exposición Universal de Chicago.

Fue uno de los introductores del primer tranvía de Madrid, creó un ferrocarril suburbano y el tranvía de circunvalación. También ideó para la ciudad un sistema urbano de comunicación telefónica.

Los homenajes que le ha tributado la ciudad de Madrid son:

Metro de Madrid le ha dedicado la estación de Arturo Soria (línea 4) en Ciudad Lineal. 
El Ayuntamiento de Madrid, además de la Avenida que lleva su nombre, le recordó en 1992 con una estatua situada en uno de los laterales de la Avenida, obra del escultor Viondeta. 
En el barrio de Manoteras, se encuentra el Instituto de Educación Secundaria que lleva su nombre.


miércoles, 26 de diciembre de 2018

Casa del Reloj



La denominada Casa del Reloj fue antiguamente el Pabellón de Servicios Centrales del Matadero y Mercado Municipal de Ganados de Madrid. Se encuentra ubicada en el distrito de Arganzuela en el Paseo de la Chopera (6 y 10). En la actualidad es el Centro Cultural Casa del Reloj, así como la Junta Municipal del Distrito de Arganzuela.

El antiguo matadero y mercado de ganados se construyó entre 1908 y 1928, por encargo del Ayuntamiento, bajo la dirección de Luis Bellido. En 1982 se traslada la sede de la Junta Municipal de Arganzuela a La Casa del Reloj. Se habilitan sus dependencias para que proporcione servicios una residencia de ancianos.

La Casa del Reloj se encuentra en el Barrio de Chopera en las instalaciones que fueron durante todo el siglo XX el Matadero Municipal.

Desde el año 1998 año en que se cierran las instalaciones del Matadero, el Ayuntamiento de Madrid trabaja en la creación de un macroespacio cultural enfocado específicamente a todo tipo de arte contemporáneo, Matadero Madrid. Con una superficie de 148.300 metros cuadrados se han venido rehabilitando en los últimos años las naves del antiguo complejo ganadero para dotar a la ciudad de un centro cultural y de ocio. La Casa del Reloj forma parte del elenco de instituciones culturales que se han venido creando en la zona.

Actualmente acoge al Centro Cultural La Casa del Reloj, así como la Junta Municipal del Distrito de Arganzuela.



sábado, 22 de diciembre de 2018

Plaza del Emperador Carlos V



La plaza del Emperador Carlos V es una glorieta de Madrid, donde confluyen el paseo del Prado, la calle de Atocha, la calle de Santa Isabel (peatonal en ese tramo), la ronda de Atocha, el paseo de Santa María de la Cabeza, el paseo de las Delicias, la calle de Méndez Álvaro, el paseo de María Cristina y la avenida Ciudad de Barcelona. Hasta 1941 tuvo el nombre de plaza de Atocha o glorieta de Atocha, nombres por los que sigue siendo conocida. Dio nombre a la estación del Mediodía o de Atocha, la principal estación ferroviaria de Madrid.

En esta plaza también se encuentra el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (antiguo Hospital General) y el Ministerio de Agricultura.

Debe su nombre a la puerta de Atocha derribada en 1850 (que estuvo situada donde se colocó luego una réplica de la fuente de la Alcachofa). En 1941 se le dio a la glorieta el nombre actual para evitar duplicidad o confusión con la calle de Atocha.

En un lado de la glorieta se alza desde 1892 la estación de Atocha, construida por Alberto de Palacio y convertida cien años después en un invernadero tropical que sirve de apeadero al AVE. En 1968 se construyó el primer paso elevado para coches de Madrid: el llamado "scalextric de Atocha", desmontado en 1986. En el centro de la glorieta se puso una copia de la fuente de la Alcachofa, obra de Ventura Rodríguez que había estado en este mismo lugar y que en 1880 había sido trasladada al Retiro. Frente a la cuesta de Moyano se halla la estatua de Claudio Moyano.

Antes de la construcción del paso elevado, se encontraba una fuente en medio de la plaza, la fuente de la Alcachofa. En 1968 se construyeron en la glorieta unos enlaces viarios con tres pasos a distinto nivel. Todo su conjunto medía más de un kilómetro y fue apodado por la población "scalextric" debido al juego de automóviles. Con esta construcción, muy empleada en aquella época, se ocultó a la vista la glorieta, destruyendo su interés urbanístico. Fue inaugurado en la noche del 16 de mayo de 1968 por el Ministro de Obras Públicas del momento, Federico Silva Muñoz. Costó 64 millones de pesetas.

En 1985 comenzaron las obras para su retirada, ya que no había resuelto el problema del tráfico. Estas obras no finalizaron hasta 1986 e incluyeron la instalación de una réplica de la fuente de la Alcachofa que fue ubicada en el lugar donde se encontraba la original y la creación de una rotonda con semáforos para el movimiento de coches.​ Como alternativa al problema del tráfico, se construyó un paso subterráneo entre la Ronda de Valencia y el Paseo de María Cristina, bajo la plaza y las vías cercanías del túnel de la risa.

Bajo la plaza se encuentra la Estación del Arte de la línea 1 del Metro de Madrid.



miércoles, 19 de diciembre de 2018

Edificio Plus Ultra



El edificio Plus Ultra es un inmueble situado en el número 8 de la plaza de las Cortes de Madrid. Fue proyectado por el arquitecto Joaquín Rojí en 1910 y construido entre 1911 y 1913 por encargo de Fernando Plá Peñalver, hijo del marqués de Amboage, para destinarlo al alquiler. Su rehabilitación y remodelación en 1983 corrió a cargo de Emilio Chinarro Matas. Obtuvo el premio del Ayuntamiento a la casa mejor construida de Madrid en el año 1915. Fue adquirido en 1941 por la aseguradora Plus Ultra (antes Groupama), propiedad al 100% desde 2015 de Catalana Occidente. Trabajan un total de 450 empleados de la empresa.

Ocupa parte del solar del antiguo palacio de los duques de Medinaceli (la mayoría del solar es ocupado por el Hotel Palace) y fue construido como casa de alquiler para el marqués de Amboage.​ La finca tiene planta en forma de polígono irregular, distribuida en torno a un patio central y dos auxiliares.​ Consta de seis plantas y dos sótanos y originalmente había dos viviendas por planta con una superficie de más de 1200 m². La fachada es de estilo francés, típico en la arquitectura europea de las primeras décadas del siglo XX. La esquina se resuelve en forma curva y rematan el edificio cuatro torreones con cubiertas de pizarra.​ Destaca la escalinata monumental de entrada de mármol y hierro forjado y las vidrieras de la Casa Maumejean.

En el balcón del primer piso se encuentra un carillón que además de dar las horas en momentos puntuales el día presenta un pequeño espectáculo de figuras móviles, el único de España en el momento de su inauguración.​ La idea surgió de la aseguradora como homenaje a la ciudad de Madrid. Su coste es un absoluto secreto.

Los arquitectos José Ignacio Cortés, Luis del Rey y Pedro Gáligo dirigieron las obras de acondicionamiento del segundo forjado del edificio para soportar los 3000 kg de peso de la maquinaria y las figuras. Fue inaugurado el 20 de diciembre de 1993 por la infanta Pilar de Borbón.​ La Real Fundición de campanas de Eijsbouts (en neerlandés, Koninklijke Eijsbouts Klokkengieterij en Fabriek van Torenuurwerken b.v.), de los Países Bajos, el mayor fabricante de campanas y carillones desde hace 135 años, invirtió seis meses en su fabricación. Su ordenador tiene capacidad para interpretar hasta un total de quinientas melodías diferentes seleccionadas por el crítico musical Andrés Ruiz Tarazona.​ La música proviene de dieciocho campanillas de bronce rojo de diferentes tamaños instaladas a ambos lados de la esfera del reloj. Es posible añadir nuevas melodías al ordenador cuya partitura compone un maestro carillonero holandés. El carillón toca El himno del Madrid, La Marsellesa, la Marcha Radetzky, Libiamo ne' lieti calici de la La Traviata, la Ritirata de Madrid y el minueto de Boccherini, entre muchas otras. Con las fiestas, la lista se amplía a villancicos universales como White Christmas.

Las figuras fueron diseñadas por Antonio Mingote, miden un metro cuarenta de alto y van vestidos del Madrid goyesco.​ Fueron modeladas primero en arcilla y después en resina sintética por el escultor holandés Nicolás Van Ronkenstein. Cada una de las cinco figuras realiza un movimiento distinto: el torero Pedro Romero templa su muleta ante la embestida de un toro imaginario, una manola saluda con su abanico, Carlos III de España —el «rey alcalde» de Madrid— mueve la cabeza, la Duquesa de Alba saludará con un pañuelo y el pintor Francisco de Goya dibuja en el aire con un pincel.

Su horario de funcionamiento es todos los días a las 12, 15, 18 y 20 horas. Además los días 24 y 31 funcionará a las 24 horas. Durante las horas del día interpreta una breve melodía antes de la hora.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Cuartel General de la Armada



El Cuartel General de la Armada es un conjunto de órganos para asistir al Almirante Jefe del Estado Mayor en el ejercicio de mando de la Armada Española. Tiene su sede en Madrid.

Se trata de un edificio neogótico situado en el Paseo del Prado 3 de Madrid. En 1915 el Palacio de Godoy, sede central del Ministerio de Marina, se encontraba en un estado ruinoso. Gabino Bugallal, Ministro de Hacienda, propone al rey Alfonso XIII la construcción de una nueva sede.

Fue diseñado por los arquitectos José Espelius y Francisco Javier de Luque. Su construcción se inició en 1925, en terrenos pertenecientes a los Jardines del Buen Retiro, siendo inaugurado el 16 de julio de 1928. Cuenta con una fachada principal de corte historicista y en su esquina Sureste, en una parte moderna del edificio, posee en sus bajos la entrada al Museo Naval, que ocupa parte del edificio.

Órganos que lo forman ​

Estado Mayor de la Armada.
Jefatura de Sistemas de Información y Telecomunicaciones.
Jefatura de Asistencia y Servicios Generales.
Órgano de Historia y Cultura Naval.
Gabinete del Jefe de Estado Mayor de la Armada.
Asesoría Jurídica del Cuartel General de la Armada.
Sección de Seguridad Naval Central.



martes, 11 de diciembre de 2018

Arroyo Abroñigal



El arroyo Abroñigal es un afluente del río Manzanares (y este, a su vez, del Jarama, en la cuenca hidrográfica del río Tajo), soterrado desde la década de 1970 por la M-30 y su Nudo Sur en la circunvalación de Madrid, España.​ Dio nombre a dos de los más antiguos viajes de agua de Madrid, el Alto y el Bajo Abroñigal.

El Abroñigal​ aparece a lo largo de la historia de la ciudad de Madrid y su entorno relacionado con ‘distintos y diversos’ enclaves geográficos,​ y a menudo confundido o asociado al arroyo de Valnegral, localizado entre el paseo de Recoletos y Atocha y así llamado por la existencia en esa vaguada del poblado de Valnegral, Valnogueral o Val de Nogueral. La confusión parte al parecer de errores en la interpretación de textos antiguos como el Fuero Viejo y la «Carta de Otorgamiento» del Fuero de Madrid (donde sí figura "Valnegral", pero no "Abroñigal"​) y, más en concreto, de la lectura poco atenta de pasajes de la obra del historiador y jurista Antonio de León Pinelo, en capítulos de su Historia de Madrid desde el nacimiento de Cristo Nuestro Señor hasta el año de 1658 (publicada en 1711), o en los Anales de Madrid durante el reinado de Felipe III (años 1598 a 1621). En síntesis, se confunde el “arroyo Abroñigal”, geográficamente muy extramuros del Madrid entre los siglos xiii y xvi con el primitivo «qanat» cristiano-musulmán que se conocería como “viaje del Alto Abroñigal”, cuyo sobrante desaguaba en la vega del arroyo de la Fuente Castellana, señalado por un «Arca Cambija», junto a la «Huerta del Duque de Avero, que después fue del Conde de Oropesa»,​ a la altura del convento que dio nombre al actual paseo de Recoletos.

El arroyo Abroñigal es mencionado por Sebastián Miñano en su Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal (1826-1828), en el Tomo I, página 321, dentro de la voz ‘Canal de Manzanares’.

Hacia 1870, su caudal fue artificialmente aumentado por el desagüe final de la conducción del ‘canalillo’ (acequia del Este del sobrante del Canal de Isabel II).

Alto y Bajo Abroñigal

Alto y Bajo Abroñigal fueron los nombres por los que se conocieron dos de los más antiguos viajes de agua de Madrid.​ Procedían de manantiales subsidiarios del arroyo Abroñigal y abastecieron la Villa de Madrid durante los siglos xvii, xviii y gran parte del xix.

Según Aznar de Polanco, el primero de ellos, el Alto, data de 1614,​ y arrancaba en el término de Canillas, a 4 metros de profundidad junto al Abroñigal.Tras un recorrido alcantarillado de casi 15 kilómetros alcanzaba el Madrid de Felipe II a la altura de la casa del Relator Ávila,en la parte alta de la extensa huerta del convento de los Recoletos Agustinos, donde siglos después se encuentra la Biblioteca Nacional de España. Llegó a abastecer nueve fuentes públicas (atendidas por 217 aguadores) y 85 fuentes particulares, en las zonas más nobles de la Villa.Fue ampliado en 1712, 1772 y 1796. Se conservan algunos tramos de túnel y alcantarilla entre la M-30 y el paseo de Recoletos.

El ingeniero Chavarino, en los citados estudios sobre los viajes de agua, documenta el Bajo Abroñigal como «viage» construido antes de 1557 a partir de las aguas de un «arroyo nacido más al sur del Alto Abroñigal, en la Casilla "Los Mochuelos" en lo alto de la calle de Alcalá y a 3 metros de profundidad, en el antiguo término de Canillas-Canillejas y con ramales procedentes de la Alameda de Osuna». El primitivo «viage», siguiendo un trazado de alcantillas de unos 13 kilómetros, descendía en dirección Sur por la calle de Alcalá hasta Atocha, donde se desviaba hacia el Sureste hasta desaguar en el Alto Abroñigal.

M-30

En la década de 1970, la suave depresión formada por el cauce del Abroñigal fue utilizada como medida de insonorización natural en el trazado de la autopista circunvalatoria M-30. Buena parte de la zona este de la vía se corresponde con dicho cauce. El Abroñigal también dio nombre a la estación de Madrid-Abroñigal, abierta al tráfico en 1974 y dedicada al transporte de mercancías, situada al sudeste de la capital.

El nobel Camilo José Cela sitúa algunos episodios de su novela coral La colmena en este arroyo que dio de beber a reyes y emperadores, pero sus cuadros literarios tienen resonancias discordantes con tal esplendor...«Unos niños juegan tirando piedras contra los charcos que la lluvia dejó. Por el verano, cuando todavía no se secó del todo el Abroñigal, pescan ranas a palos y se mojan los pies en las aguas sucias y malolientes del regato...»


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Museo de San Isidro



El Museo de San Isidro, o de los Orígenes de Madrid, es una institución cultural del Ayuntamiento de Madrid (España), situado en el número 2 de la plaza de San Andrés. Fue inaugurado el 15 de mayo de 2000 por el entonces alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano.​ La colección permanente procede en su mayor parte del desaparecido Instituto Arqueológico y del Museo Municipal de Madrid. Muestra la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta el establecimiento de la Corte a través de piezas arqueológicas, maquetas y grabados.

El edificio, la denominada Casa de San Isidro, es fruto de la reconstrucción llevada a cabo por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento. La original fue demolida en 1972, debido a su mal estado. Se trataba de un palacio del siglo XVI, propiedad de la familia de los Lujanes, levantado sobre el palacio de los Vargas, amos de Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Posteriormente, el palacio fue ocupado por el Nuncio Apostólico tras el traslado de la Corte a Madrid. Después, y hasta el siglo xix, el palacio perteneció a los condes de Paredes de Nava y, más tarde, al marqués de Peñafuente. En 1986 fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid.

Valentín Quintás Ripoll llevó a cabo el proyecto integrando elementos originales, como la capilla de San Isidro (levantada en el siglo XVI en uno de los lugares donde la tradición dice que vivió y murió el santo), el pozo donde cayó el hijo de San Isidro (también uno de los pozos que se disputan la ubicación del referido milagro), del cual fue salvado por la oración del santo, o el patio, con los escudos de la familia de los Lujanes.

La capilla se levantó sobre uno de los lugares donde la tradición sitúa las habitaciones que ocupó el santo. Francisco Robello y Vasconi lo relata en estos versos:

Junto a San Andrés, tenía este señor [Juan de Vargas] una casa, a donde Isidro y María obedientes se hospedaban. En un aposento bajo se les dio vivienda Sana, cuyo aposento es capilla hoy donde la fe cristina, al labrador madrileño, Santo por divina gracia, culto le da y reverencia, y sus acciones ensalza.

Levantada la capilla en el año 1608, fue reformada en 1663 y después de nuevo entre 1783 y 1789, época de la que data la decoración actual. Las pinturas murales que cubren las bóvedas fueron realizadas por Zacarías González Velázquez. 

El óvalo central representa la apoteosis de San Isidro, y en la bóveda de la nave aparecen dos ángeles que sostienen una corona de laurel mientras otros dos presentan una banda con la inscripción: «Hice dormivit in domino» («Aquí durmió en el Señor»), aludiendo a la tradición según la cual el santo murió en este lugar. El retablo es del siglo XVIII, de madera pintada imitando mármol. Un arco de punto alberga una escultura de madera policromada que se encuentra en la capilla desde el año 1663.

Además del pozo y la capilla, merece destacar la reconstrucción del patio renacentista del siglo XVI, que fue desmontado por la ruina del edificio, y que se ha reconstruido en parte, siendo una pieza única junto al del patio del Colegio Imperial en la calle de Toledo, con una perspectiva muy interesante desde sus galerías, y un bello jardín en el centro.

Un primer apartado abarca desde el Paleolítico Inferior, con fósiles de elefantes antiguos, mammuts, mastodontes, uros, y restos de la industria lítica de los primeros pobladores del valle del Manzanares hace 500.000 años, hasta el inicio de la agricultura.

Un segundo apartado centrado en el desarrollo de la agricultura y la cerámica de la edad del bronce.

Un tercer apartado del Madrid romano, con esculturas, cerámica y piezas de vidrio, de las villas romanas junto al Manzanares.

Un cuarto apartado del Madrid musulmán y cristiano, con alfarería, restos del antiguo alcázar y maquetas de la ciudad.

En total se muestran 700 piezas en las plantas superiores del Museo y otras 1.000 más en el almacén visitable del sótano, del total de más de 300.000 piezas de sus fondos.




domingo, 2 de diciembre de 2018

Teatro Español



El Teatro Español, llamado hasta 1849 Teatro del Príncipe, es un teatro público se encuentra en la Calle del Príncipe 25 de Madrid (España), perteneciente al ayuntamiento de la capital.

El embrión del actual Teatro Español se sitúa en el siglo XVI, en la autorización decretada por Felipe II en 1565 para establecer con carácter permanente en Madrid una denominada Cofradía de la Sagrada Pasión, que disfrutaría de un espacio para la representación de comedias.​ La Cofradía adquirió el espacio en el que actualmente se sitúa el teatro, en la calle del Príncipe, en 1582 y el 21 de septiembre del año siguiente quedaba inaugurado. 32 años más tarde, la Cofradía vendía el teatro al Ayuntamiento.

La estructura primigenia se mantuvo hasta 1735, año a partir del que se levantó un nuevo edificio bajo el arquitecto Juan Bautista Sachetti en colaboración con Ventura Rodríguez, concluyéndose las obras diez años más tarde. En ese momento, cambió su denominación de Corral del Príncipe a Teatro del Príncipe.

El siglo XVIII supuso la consagración definitiva del todavía Teatro del Príncipe, que contó con su propio grupo de seguidores, los Chorizos, en pugna constante con los Polacos, que preferían los escenarios del rival Teatro de la Cruz.​ En esta época, Leandro Fernández de Moratín estrenaba La comedia nueva sobre las tablas del Príncipe. El 11 de julio de 1802 el teatro fue pasto de las llamas y no pudo reinaugurarse hasta cinco años más tarde, al concluir las obras dirigidas por Juan de Villanueva.

Desde 1825, bajo la dirección del empresario teatral francés Juan Grimaldi, el Teatro experimentó una serie de mejoras tanto estructurales (iluminación, tramoya, etc) como artísticas.

Por Real Decreto de 1849, el Teatro del Príncipe cambió su denominación por la actual de Teatro Español.​ Contaba con un aforo de 1200 personas y su titular era el Ayuntamiento de la ciudad,​ pese a que fue arrendado por el Gobierno de la nación. Bajo el impulso del Ministro de la Gobernación, Luis José Sartorius, se pretendía crear lo que se llamó un teatro modelo. La nueva etapa se abrió con una representación de Casa con dos puertas mala es de guardar, de Calderón de la Barca, el 8 de abril de 1849, con Julián Romea.​ El dramaturgo Ventura de la Vega fue nombrado director del teatro. Un año después fue remplazado por Tomás Rodríguez Rubí, hasta que en mayo de 1851, el Teatro volvió a la gestión municipal. En 1860, el actor Manuel Catalina se convertía en concesionario de la gestión del recinto.

Tras haber sido declarado en ruina a consecuencia de los informes de los arquitectos Colubi y Velasco,​ entre 1887 y 1894, el arquitecto Román Guerrero reformó ampliamente el teatro, configurando lo que existe en la actualidad.​ Reabre sus puertas el 12 de enero de 1895 con la obra El desdén, con el desdén y asumiendo la gestión empresarial vía concesión por el ayuntamiento, primero el propio Guerrero y seguidamente su hija, la actriz María Guerrero, que habían financiado las obras.​ La actriz estrenó sobre este escenario obras de Benito Pérez Galdós y los Premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente y José de Echegaray. Guerrero retuvo la gestión del teatro hasta 1909.

Durante las siguientes dos décadas, el Teatro Español es ocupado por sucesivos arrendatarios en régimen de concesión - entre los cuales el propio Jacinto Benavente, junto al actor Ricardo Calvo, en 1919​ - que deben cumplir el compromiso de dedicar espacio al Teatro Clásico español.

En 1925 el arquitecto Pablo Aranda, sucedido por los Luis Bellido y Enrique Colás, acomete una nueva reforma del recinto, que finaliza cuatro años más tarde.

Entre 1930 y 1935 - salvo en entre febrero y mayo de 1931​ el teatro estuvo ocupado por la compañía de Margarita Xirgu y Enrique Borrás, quienes bajo la dirección de Cipriano Rivas Cherif, estrenaron obras de Federico García Lorca y Rafael Alberti.​ Finalizado el quinquenio, en octubre de 1935, la concesión pasa a Ricardo Calvo y Enrique Borrás, por un periodo de un año,​ si bien se revocó en marzo de 1936.

Durante buena parte del periodo de la Guerra civil española la concesión del teatro correspondió al actor Manuel González, que representaba El alcalde de Zalamea en la fecha en la que las tropas de Francisco Franco tomaron Madrid el 28 de marzo de 1939.

Tras la contienda, el Teatro Español sufrió un importante cambio en su régimen jurídico. La sala reiniciaba su actividad el 15 de abril de 1939, coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de Serafín Álvarez Quintero. La titularidad de la instalación permaneció en manos del Ayuntamiento, si bien, la gestión pasó al Estado. Entre el final de la Guerra y mediados del año 1940, fueron sucesivamente concesionarios del teatro, las compañías de Ana Adamuz, Niní Montián-Guillermo Marín y Fernando Díaz de Mendoza y Guerrero-María Guerrero López.​ En virtud de una Orden Ministerial de marzo de 1940 se creaba un Consejo Nacional de Teatros, dependiente del Gobierno, con dos secciones: El Teatro Nacional Español y el Teatro Nacional María Guerrero, dedicándose el primero a los autores clásicos. El primer director fue Felipe Lluch. La temporada de actuaciones se abrió el 13 de noviembre de ese año con La Celestina.

La dependencia orgánica fue del Ministerio de Educación Nacional hasta 1951 y del Ministerio de Información y Turismo desde esa fecha. Después de diez años ininterrumpidos con Cayetano Luca de Tena al frente del teatro, en 1954 las autoridades contratan para la dirección del centro a José Tamayo, que se instala en el Español con su compañía "Lope de Vega", en la que están integrados actores como Carlos Lemos, Nuria Espert, Adolfo Marsillach o Berta Riaza. Durante los años de la dictadura, como hitos literarios, pueden mencionarse el estreno de Historia de una escalera, y la introducción de obras de autores extranjeros contemporáneos, como J.B. Priestley o Jean Anouilh.​ El 19 de octubre de 1975, el Teatro sufrió un nuevo incendio.

Con la necesaria reconstrucción no volvió a abrir sus puertas hasta el 16 de abril de 1980, con la representación de La dama de Alejandría, de Calderón de la Barca.​ Después de un año de gestión conjunta entre el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento, a través de un Patronato, el Teatro pasó de nuevo a manos exclusivamente municipales desde el 16 de octubre de 1981.

La sala del teatro puede acoger a 763 espectadores. En 2005, la antigua cafetería fue transformada en una pequeña sala para espectáculos de formato reducido.

Mario Vargas Llosa, actor en su obra de teatro "Los cuentos de la peste", junto a Aitana Sánchez-Gijón, estrenada en el Teatro Español (2015).

Desde 2007 y hasta marzo de 2017, el equipo del Teatro Español se encargó de la gestión también de las salas de teatro Naves del Español, situadas en el espacio cultural Matadero Madrid.​ El diseño de los espacios teatrales corrió a cargo del escenógrafo francés Jean-Guy Lecat.